Seis lecciones de Calidad del Aire Interior (CAI) para administradores de edificios

El motivo del seminario “Let’s clear the air on COVID” realizado el 29 de marzo de 2022 por la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blancat como objetivo tratar sobre “la ciencia detrás de la mejora de la calidad del aire interior para reducir la transmisión de COVID-19 y producir mejores resultados generales de salud, y cómo involucrar a los estadounidenses en el tema”. Se destacó en este seminario el reciente “Desafío federal de aire limpio en edificios”, así como la guía práctica de la EPA para administradores de edificios a medida que desarrollan un plan personalizado de calidad del aire interior (IAQ). El evento también presentó un panel de expertos que discutieron lo que su trabajo había demostrado sobre la importancia de la calidad del aire interior. Estos son los seis puntos clave de ese encuentro:

1. Mejorar la calidad del aire interior reducirá la propagación de ciertas enfermedades.

Cuando se trata de enfermedades transmitidas por el aire, la calidad del aire lo es todo. Originalmente se creía que enfermedades como la COVID-19 se propagaban principalmente a través de gotas grandes que caían rápidamente al suelo. Sin embargo, ahora sabemos que el virus que causa el COVID-19 se propaga principalmente a través de partículas en el aire mucho más pequeñas: aerosoles invisibles que permanecen en el aire por más tiempo y viajan más lejos que las grandes gotas. Estas partículas requieren estrategias de prevención más allá del de la distancia social y las mascarillas. Requieren una mejor calidad del aire. La sesión informativa enfatizó tres métodos para mejorar la Calidad del Aire Interior: ventilación, filtración y desinfección.

2. La filtración y la ventilación por sí solas pueden no ser suficientes.

Muchos edificios antiguos tienen instalaciones adecuadas para poner filtros MERV o HEPA recomendados para atrapar las partículas más pequeñas. Algunas configuraciones del diseño en determinados edificios no favorecen la facilidad de ventilación (es decir, las ventanas no se abren), o esta aumenta los costes de aclimatación de los edificios por las diferentes temperaturas entre exterior-interior.

En parte por esta razón, el gobierno federal de los EEUU ha sumado recientemente la desinfección del aire a su lista de herramientas de mejora de la Calidad del Aire Interior. Ciertos entornos de alto riesgo (como los hospitales) usaban la desinfección del aire incluso antes de la pandemia.

Varias de las intervenciones del seminario enfatizaron la necesidad de tecnología de desinfección del aire que esté científicamente probada en el campo por partes no afiliadas. La tecnología ActivePure se ajusta a esta descripción.

3. La calidad del aire y la eficiencia energética no son mutuamente excluyentes.

En detrimento de la calidad del aire interior, la mayoría de los edificios modernos están diseñados para ser herméticos en busca de la eficiencia energética. Sin embargo, varios de los expertos del seminario enfatizaron que la calidad del aire y la eficiencia energética sí pueden coexistir. Por un lado, los dispositivos de climatización pueden traer más aire exterior sin degradar la eficiencia de los sistemas HVAC. Por otro lado, realizar una puesta a punto periódica del sistema de ventilación de su edificio también puede ayudar a mejorar su eficiencia.

4. La mejora de la calidad del aire interior se pagará sola.

Los participantes de la sesión informativa citaron múltiples estudios que asociaban la mala calidad del aire en oficinas y escuelas con un rendimiento cognitivo deficiente y un mayor ausentismo.
La inversión en mejorar la calidad del aire es solo eso: una inversión… y tiene una buena tasa de rendimiento. Según el Dr. Joseph Allen de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, en Estados Unidos:

  • Con una inversión en la calidad del aire de 40$ por persona por año, las organizaciones pueden llegar a ahorrar 7.000$ por persona por año en beneficios.
  • Las empresas que mejoran la ventilación y la filtración también ven un beneficio del 10 % en el resultado final.
  • Los edificios saludables tienen una renta de 4 a 5$ más por pie cuadrado.

Claramente, mejorar la calidad del aire se paga solo. Sin embargo, el gobierno de los EEUU concienciado con el problema de la calidad del aire interior ha puesto en marcha ayudas para realizar estas inversiones: “Hay fondos y recursos federales disponibles para apoyar mejoras en la ventilación, la filtración y el aire interior limpio: el Plan de Rescate Estadounidense ha asignado 122 billones de dólares para escuelas y 350 billones de dólares para gobiernos estatales y locales, que pueden respaldar las actualizaciones en negocios locales, organizaciones sin ánimo de lucro, centros comunitarios y otros establecimientos comerciales y públicos”. Estos recursos están disponibles para organizaciones privadas a través de los gobiernos locales.

5. El agua limpia es una expectativa de la sociedad moderna. El aire interior limpio también se convertirá en una expectativa.

Los trabajadores y residentes seguirán demostrando una mayor conciencia de la necesidad de un aire interior limpio, ten importante como la necesidad de unas instalaciones de agua corriente.

Tal y como expresó la Dra. Alondra Nelson en su blog asociado con la sesión informativa: “Durante décadas, los estadounidenses han exigido que fluya agua limpia de nuestros grifos y que se establezcan límites de contaminación en nuestras chimeneas y tubos de escape. Es hora de que el aire interior saludable y limpio también se convierta en una expectativa para todos nosotros”.

A partir de 1908, las ciudades estadounidenses adoptaron la purificación del agua una por una y las muertes por enfermedades infecciosas se redujeron drásticamente. Por ejemplo, según los CDC, “En 1900, la aparición de fiebre tifoidea en los Estados Unidos era de aproximadamente 100 casos por cada 100 000 personas. Para 1920, había disminuido a 33,8 casos por cada 100.000 habitantes.”:
Cada idea que reduce la propagación de enfermedades infecciosas pasa por un período de transición antes de adaptarse como norma. Tal fue el caso de la purificación del agua a principios del siglo XX. Y tal es el caso de la purificación del aire a principios del siglo XXI.

6. Los planes de Calidad de Aire Interior ha de ser diferentes y adecuados.

El Desafío de Aire Limpio en los Edificios animan a todos los que administran un edificio a desarrollar un plan Calidad de Aire Interior. Como dejan en claro las lecciones anteriores, esta sólida inversión brinda beneficios para la moral organizacional, la salud individual y el resultado final. Sin embargo, un edificio escolar antiguo en los suburbios necesitará una estrategia de control ambiental muy diferente a la de un rascacielos nuevo en un centro urbano. Como dijo Tracy Enger de la EPA, todos tienen una “galaxia de recursos” que pueden usar para diseñar un plan que satisfaga sus necesidades.

Los equipos humanos que comercializan la tecnología ActivePure están totalmente preparados para realizar las pruebas y evaluaciones necesarias, asesorar en el desarrollo de la estrategia particular de Calidad del Aire Interior de cada cliente y asegurar el mejor resultado y eficiencia para cada espacio.